En un estudio reciente realizado por científicos de la Universidad de Oxford, se encontró que los niños activos y en buena forma física tienen cerebros más sanos que sus compañeros más sedentarios.
De acuerdo con Heidi Johansen-Berg, autora principal del estudio, los hallazgos "destacan la adolescencia como un momento clave para fomentar estilos de vida activos y saludables no solo para optimizar la salud física sino también para impulsar la salud del cerebro".
La adolescencia marca un período crítico en el desarrollo del cerebro.
Las carreteras de información del cerebro (haces gruesos de fibras nerviosas aisladas) aumentan de volumen y mejoran la comunicación entre las diferentes regiones del cerebro. Las conexiones débiles entre las células cerebrales se eliminan. Pero todos estos cambios presentan un arma de doble filo: los adolescentes son más vulnerables a las condiciones de salud mental como la depresión, la ansiedad y la adicción.
Papel del ejercicio en un desarrollo saludable
El ejercicio puede apoyar el desarrollo saludable del cerebro durante esta ventana crítica, sin embargo, los estudios muestran que los adolescentes de hoy llevan vidas más sedentarias que las generaciones pasadas.
En todo el mundo, solo uno de cada cinco adolescentes cumple con las pautas recomendadas de 60 minutos de ejercicio por día.
En casi todos los aspectos, los adolescentes que eran más activos y físicamente sanos tenían rasgos asociados con cerebros más sanos: materia gris más grande, cortezas cerebrales más gruesas, conexiones de materia blanca más fuertes y mejor flujo sanguíneo.
"Nuestros resultados sugieren que la actividad física y el ejercicio aeróbico tienen un efecto mucho más generalizado en los procesos cerebrales de lo que pensábamos", dijo Johansen-Berg.
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