La columna vertebral está compuesta por una serie de huesos llamados vértebras que se apilan uno encima del otro para formar la columna. Las fracturas vertebrales pueden ocurrir en cualquier vértebra de la columna, desde la parte superior del cuello hasta la parte baja de la espalda.
Tipos de fracturas:
Fracturas por compresión: son las más comunes y ocurren cuando una vértebra se colapsa o aplasta debido a una fuerza de compresión excesiva. Esto puede deberse a la osteoporosis, un traumatismo o una lesión por esfuerzo repetitivo.
Fracturas por estallido: ocurren cuando hay una compresión muy fuerte en la vértebra que provoca la ruptura y la pérdida de altura de la misma. Esto puede ser causado por una caída desde una altura considerable o un accidente de automóvil.
Fracturas por avulsión: ocurren cuando un fragmento pequeño de hueso se rompe debido a la tracción excesiva de un músculo o ligamento. Esto puede suceder durante movimientos bruscos, como levantar objetos pesados o hacer movimientos deportivos intensos.
Fracturas por flexión-distensión: son causadas por una fuerza de flexión excesiva en la columna vertebral que puede provocar la rotura de los ligamentos y fracturas en las vértebras. Estas fracturas suelen ser producto de accidentes automovilísticos o caídas de gran altura.
Fracturas patológicas: son aquellas fracturas que ocurren como consecuencia de una enfermedad que la precede como la osteopenia u osteoporosis, que consiste en una disminución de la densidad mineral ósea. Otras causas son metástasis de otros tumores como cáncer de mama, cáncer de colon o cáncer de próstata entre otros.
Es importante tener en cuenta que cada tipo de fractura vertebral puede requerir un tratamiento diferente por lo que es fundamental consultar a un médico especialista para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.
