Los médicos suelen utilizar la ecografía como una herramienta de diagnóstico temprano para evaluar los bultos en los senos. La mayoría de las ecografías mamarias duran entre 15 y 30 minutos y suelen ser indoloras.
Ventajas de una ecografía
A diferencia de las tomografías computarizadas y los rayos X, una ecografía no utiliza radiación ionizante. Por esta razón, los médicos a menudo recomiendan una ecografía para las personas que no son aptas para las técnicas de imagenología basadas en radiación.
Entre las personas que deben evitar la radiación se incluyen aquellas que:
Están embarazadas o amamantando
Menores de 25 años
Tienen implantes mamarios
Un médico también puede usar una ecografía para ayudar a guiar una aguja de biopsia para recolectar tejido de un bulto para su análisis. Este procedimiento se llama biopsia guiada por ecografía.
Un médico puede programar una ecografía mamaria después de descubrir un bulto en el tejido mamario durante un examen físico de rutina o una mamografía.
Cuándo debo realizarme una ecografía
También pueden solicitar una ecografía mamaria para:
Evaluar la secreción inusual del pezón
Evaluar casos de mastitis, que es la inflamación de los tejidos mamarios
Monitoreo de implantes mamarios
Evaluar los síntomas, como dolor, enrojecimiento e hinchazón de los senos
Examinar cambios en la piel, como decoloración
Monitorear los bultos mamarios benignos existentes
Verificar los resultados de otras pruebas de diagnóstico por imágenes, como una resonancia magnética o una mamografía
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